Las mascarillas o cubrebocas se han convertido en un accesorio elemental para millones de canadienses, ya que en ciudades como Markham, en Ontario, el alcalde Frank Scarpitti, pidió a sus homólogos provinciales que implementen el uso obligatorio de estos accesorios en todos los espacios públicos.
Scarpitti dijo que quisiera ver a los minoristas y tiendas de servicios personales implementar una política de “sin mascarilla, sin servicio”.
El uso de cubrebocas se recomienda particularmente en entornos públicos abarrotados como tiendas, áreas de compras y transporte público, según Health Canada.
Ahora, aplicaciones de viaje como Uber y Lyft, piden que los usuarios y los conductores también usen cubrebocas.
Asimismo, con la reapertura de la economía y los trenes comenzando a funcionar nuevamente, Via Rail anunció que los pasajeros deben portar cubrebocas. Deben usarse durante los viajes, excepto cuando se come o bebe, y cuando no sea posible el distanciamiento físico.
También, los trabajadores del aeropuerto y la tripulación del vuelo deberán usar cubrebocas, además de los pasajeros. La misma medida será para los trabajadores marinos.
Los restaurantes, por su parte, también han incluido este tipo de medidas tanto para el personal como para los clientes.
Algunas tiendas de comestibles han comenzado a rechazar a los clientes que no usen cubrebocas, como Longo’s, T&T Supermarket, Whole Foods, entre otros.
Por otro lado, los salones de belleza y peluquerías que ya comenzaron a reabrir, también piden que los clientes y el personal usen mascarillas durante un corte de pelo o manicura.
En situaciones en las que no se pueda mantener una sana distancia, se recomienda el uso de una mascarilla para evitar la propagación del COVID-19.
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