Hace unos meses, no nos hubiéramos imaginado siquiera tener que estar en casa todo el tiempo para poder salvaguardar nuestras vidas y la de los nuestros. Sin embargo, la pandemia del coronavirus ha venido a cambiar por completo los hábitos y rutina de millones de personas en el planeta.
Y uno de esos hábitos que ha cambiado es precisamente ir al supermercado a comprar los alimentos e insumos necesarios, pues esto pudiera exponernos al riesgo de contagiarnos.
Pero, ¿cuáles son las formas más seguras de ir a comprar comida al supermercado o de recibir una entrega de comida de forma segura?
Como sabemos, el coronavirus se propaga cuando una persona infectada tose al aire pequeñas gotas llenas del virus. Estos pueden causar una infección si se inhalan, o potencialmente si toca una superficie en la que han aterrizado.
Por eso, aquí unos consejos básicos con lo que puedes evitar contagiarte, además de lavarse las manos y mantener distancia de al menos 2 m entre una persona y otra. Si compraste productos empaquetados o envasados, almacénalos durante 72 horas antes de usarlos o rocía y limpia los recipientes de plástico o vidrio con cloro diluido. Mientras que para los productos frescos sin envolver, que podrían haber sido manipulados por cualquier persona, lávalos bien con agua y déjalos secar.
También se recomienda limpiar las superficies con un blanqueador doméstico diluido, lo cual inactivará el virus.
En el caso de la comida para llevar, es muy probable que las cadenas de buena reputación y las cocinas de buenos restaurantes estén orientadas a la preparación profesional e higiénica de alimentos, por lo que habría un riesgo mínimo de pedir comida para llevar recién preparada.
Incluso, es menos riesgoso pedir a domicilio que ir al supermercado, pues así evitas estar en contacto con muchas personas. Lo recomendable aquí es que, una vez que el repartidor esté en la puerta de tu casa, toque el timbre y deje la comida a unos pasos de distancia ti, para que la recojas de forma segura.
El riesgo de contaminación del envase en donde está almacenada la comida que pediste, puede reducirse al mínimo vaciando el contenido en un plato limpio, desechando el envase en una bolsa de basura y lavándose bien las manos antes de comer. Incluso, es preferible sacar la comida del recipiente.
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